CEIP/IES Nuestra Sra. del Rosari

Pocas veces existe la oportunidad de proyectar un edificio con las vistas de las que disfruta el nuevo colegio público de Ademuz, situado en la parte baja del pueblo, próximo a la cuenca del río Bohilques, en una zona de gran valor paisajístico, junto a la antigua carretera nacional que bordea, por abajo, la población.

El compromiso es doble porque al mismo tiempo el edificio del nuevo colegio debe integrarse en la vista del pueblo, desde el paisaje. La cuestión no es sencilla, porque el casco urbano de Ademuz está formado por una sucesión de pequeñas edificaciones de viviendas alineadas de forma pintoresca, siguiendo las curvas de nivel del montículo sobre el que se desarrolla el pueblo. La diferencia de escala con la nueva edificación del colegio es considerable, y se ha resuelto tratando de que, también en este caso, la volumetría siga fielmente la paralela a la curva de nivel que le corresponde, que en este caso viene definida por el trazado de la antigua carretera nacional. La situación respecto de la población, en el punto más bajo, y las proporciones del volumen, muy alargado, permiten entenderlo como una línea que subraya el inicio del casco urbano, como un basamento uniforme sobre el que se desarrolla la población en volúmenes fragmentados. El color blanco de las fachadas subraya esta afirmación de la identidad del colegio como línea de arranque del resto de los volúmenes edificados de las viviendas, multicolores y pintorescas.

El edificio se sitúa exactamente en el desnivel entre la antigua carretera y la llanura del cauce del río. La diferencia de cota, de aproximadamente 9,00m. ha aconsejado formar una pantalla de pilotes como contención de tierras, de la que el edificio se separa por medio de un vacío. En el punto de contacto entre el edificio y el terreno se abre un porche que integra este vacío en la edificación, en continuidad con los espacios abiertos de las pistas deportivas. Algunas de las piezas del colegio se disponen en planta baja perpendicularmente al bloque principal, para separar, dentro de estos espacios libres, los que corresponden a los usuarios de los diferentes niveles educativos: infantil, primaria y secundaria. De igual forma, aprovechando la relación del edificio con el terreno, se han dispuesto accesos independientes, en niveles distintos, para cada uno de los grupos: por la parte más baja y más protegida se accede a infantil; en el nivel intermedio, por el extremo sur, se accede a primaria, a nivel de la primera planta, y en un punto medio de la antigua carretera, convertida en travesía urbana, a través de una pasarela que salva el vacío entre la carretera y el edificio, se accede a secundaria y bachiller.

Todas las aulas, tienen vistas al río.

Los muros que acotan los desniveles sobre el terreno se han resuelto con hormigón coloreado para mejorar su integración paisajística. En el volumen edificado, el zócalo es de piedra moka portugués, y el cuerpo principal está acabado con un revestimiento continuo de color claro, casi blanco.